En qué condiciones llegaron las siete agrupaciones políticas que pretenden gobernar La Falda entre 2011 y 2015
Tratar de establecer cómo llegaron los diversos partidos faldenses a sus candidaturas definitivas de cara a la compulsa electoral para autoridades municipales a concretarse el próximo 8 de mayo, nos lleva, necesariamente, a decir que se ha tratado de procesos complicados, siendo el partido de gobierno quien desnudó las mayores controversias, contradicciones y deslealtades.
Unión por Córdoba, coalición política con base peronista, que detenta el gobierno municipal, desde hace doce años, inició el proceso preelectoral con hipótesis que fueron desde Juan Carlos “juancho” Viglioco como figura externa a seducir, a Miguel Maldonado como candidato natural. Este último trabajó en lo interno, en lo que hace a la base de sustentación electoral tradicional del peronismo faldense, y en las relaciones extrapartidarias que se dan por lógica relación desde la función que desempeña en la Secretaría de Coordinación General del municipio, logrando respaldos que le permitieron que, a más de conseguir fondos para una posible campaña, sin anunciar concretamente la candidatura, instalará, en forma sutil, la pretensión. El camino pareció expedito tras la negativa pública de Viglioco a aceptar la candidatura. Sin embargo, fue el momento donde recrudecieron, desde el entorno cercano a Maldonado -es decir de aquellos que han dependido del accionar político de éste y que, de una u otra manera, deben reconocer que necesitan de su habilidad y conducción para mantenerse dentro del esquema de poder- sobre todo cuando se tomó unos días de descanso, las criticas sobre la supuesta mala imagen que tendría en el electorado, llegando al extremo de opinar, sin sustentación de razón, ni lógica, que “La Falda no quiere intendentes negros”, en un claro mensaje discriminatorio. Este enrarecimiento, llevó a que nuevamente se hiciera necesario recurrir a las encuestas para determinar quién sería el candidato. Es aquí, habiendo ya hecho público Daniel Buonamico que el partido nunca le había ofrecido la candidatura oficialmente y que no quería ser candidato, cuando aparece la corriente que lo terminará instalando como tal, con el único respaldo real de los resultados de sondeos que supuestamente le favorecen. La decisión de la dirigencia político partidaria se inclina, en base a esos datos, los que evidentemente se creen a rajatabla, por la candidatura del Secretario de Turismo, Deportes y Cultura, quien es presentado ante un reducido auditorio de gestos y rostros adustos, con una exigua participación de familiares algo orgullosos y felices, los que cambiaron de expresión apenas iniciada la conferencia de prensa, a partir de allí todo torno a convertirse en total incertidumbre, algún peronista, con poco seguimiento de la trama, se preguntó “qué carajo pasa acá”, pero ya estaba hecho. Cabe apuntar que horas antes de esa presentación, la candidatura había sido resistida por algunos sectores internos que adelantan que no trabajarían para esa elección, parte de los mismos recibieron a Buonamico días después sin muestras de descontento, pero luego de haber sido aleccionados por Maldonado en cuanto a “esto se acabo, el candidato es Buonamico, el que se quiera quedar se queda, el que se quiere ir se va, pero no hay más discusión en torno a esto”. A esta altura de los acontecimientos faltaba integrar el segundo lugar en la fórmula, nadie, absolutamente nadie, esperaba que fuera Pedro Oscar Agost, pero los sortilegios de la vida partidaria y la necesidad de bajar una competencia electoral de mismo signo, con el objetivo de un posible mejor resultado electoral, así lo determinaron, y otra vez a tener que remarla para que las bases acepten la conformación definitiva del dúo. Donde no hubo discusión fue en la conformación de la lista de concejales y tampoco en el Tribunal de Cuentas, donde se le dio el primer lugar a Emilse Magali Olmos, con lo cual, de un plumazo, se canceló la elección interna para determinar autoridades partidarias, que era otro duro escollo a superar, no por la magnitud de la elección en sí, sino por el esfuerzo adicional que exigiría.
Como puede observarse no han sido pocas las contingencias por las que ha pasado el peronismo oficial faldense previo a encarar la campaña electoral, hay quienes analizan que “se ha hecho todo para perder”, pero habrá que recordarles que elecciones son elecciones y que el escrutinio es el que da el veredicto final. De todas maneras, el camino por recorrer será sinuoso y en el que tendrá mucho que ver la resistencia de la espalda de Maldonado, porque no es el que va al frente, pero es el que lleva la mochila.
La Unión Cívica Radical la tuvo más fácil, arrancaron prácticamente con un solo candidato y discurso de consenso, y lo hicieron realidad reduciendo los embates de los disconformes a fuerza de otorgar lugares en la lista y marginando a aquellos con los que no había posibilidad de acordar. Algunos se auto marginaron y guardaron sacrificado silencio en pos de la bandera y el triunfo, en esos casos será mejor que se triunfe o se haga una elección verdaderamente significativa, sino el revoleo de media va a marcar seriamente a los supuestos responsables. La elección del Vice Intendente tuvo su complejidad y fue laaaaargamente esperada, pero finalmente la candidatura de Alberto Mainero para acompañar a Eduardo “Cacho” Arduh no parece haber generado resistencia alguna, y si lo ha hecho se ha procurado que no tenga impacto público.
El tiempo preelectoral fue de cierta manera plácido, sino acordado al menos aceptado, y con los ojos puestos sobre todo en las miserias que mostraba su tradicional adversario, lo que hizo que las propias pasaran total y absolutamente desapercibidas. El único cuestionamiento serio que se dio, al menos para algunos radicales aliancistas, fue la imposibilidad- por las cuestiones que haya sido, hay quienes las centran en razones de estrategia provincial, otros las reducen a cuestiones predeterminadas en lo local o a personalismos- de mantener el acuerdo con el Partido Nuevo, en el marco del Frente Cívico.
Otra observación de los meticulosos es por qué Susana Ghilardi aparece en el quinto lugar de la lista de concejales, cuando se sabe que es la dirigente con mayor aceptación de los sectores independientes y de algunos internos, y una de las más temidas, a nivel electoral, por el partido de gobierno. Es evidente que para los radicales faldenses los sondeos de opinión son cosas de peronistas.
Tendrán que trabajar mucho para competir con el aparato oficial y obtener el favor electoral, y lo están haciendo, incluso bajo la lluvia.
El Frente Cívico, fue otro que tuvo que lidiar bastante con la situación interna del movimiento- no decimos partido, porque aún sigue siendo un conglomerado de expresiones políticas y voluntades que se reúnen tras las premisas de producir un cambio en la forma de hacer política basado en la honestidad y transparencia de sus dirigentes y que aún demostrando peso electoral en lo local y regional, a instancias de haber ganado las dos últimas elecciones, todavía carece de la conformación estructural partidaria en lo que hace a lo ideológico y afiliatorio- pero una vez que Claudio Stevenot, que aparecía conduciendo un sector interno, fue diluyendo, sin precisar causas, su sustento local y provincial, se mantuvo el perfil conductor de Jorge “Cuquin” Amelio Ortiz, quien recibió el pleno respaldo del Ing. Rubén Borello (Presidente en ejercicio del Partido Nuevo) y por ende del conductor del espacio Luis Juez. Un poco demorado, si se quiere, Ortiz se lanzó a procurar sustentar la confluencia con radicales y vecinalistas, con guiños hacia algún sector del peronismo, no lo logró, con los primeros por las cuestiones antes apuntadas y con los segundos porque estaban demasiado avanzados en su accionar y con las aspiraciones es su máximo nivel, de manera que se abocó a conformar un listado con vecinos de reconocida trayectoria profesional, comercial y de estima entre los faldenses, con los cuales encarará la difícil tarea de tratar de relegar al segundo orden al bipartidismo que ha gobernado la ciudad desde 1983.
El Frente Federal de Acción Solidaria tuvo altibajos en su accionar local, inició su periplo con dirigentes escindidos del peronismo oficialista, luego los perdió cuando el oficialismo comenzó a aplicar su tradicional mezcla de seducción y presión, y finalmente optó por la búsqueda de acuerdos en la afinidad. Así, llegó a conciliar posiciones con el Partido Es Posible, que en el orden local conduce Juan Carlos Ottobre, y finalmente consiguió el primer lugar en la fórmula para Juan Carlos Romanutti que la comparte con Ottobre. El perfil de ambos componentes aparece como atractivo para algunos sectores del electorado, seguramente, por cuestiones de simpatía y afinidad, atraerán votos castigo, rebeldes o disconformes del peronismo.
La sorpresa, sobre el cierre de la presentación de listas, la dio la Unión Vecinal Federal que cedió el sello partidario para permitir que una escisión de la Unión Cívica Radical encabezada por Eduardo Bazán Duran participe de la elección. La tardía decisión de este sector los llevó a trabajar urgido por los tiempos, no obstante lograron reunir un grupo de voluntades de diversa expresión, donde se amalgaman madurez y juventud. La expresión política concreta es de oposición a la manera en que el radicalismo local se cerró a escuchar sus pretensiones. Es evidente que planteaban una metodología diferente, con mayor integración y alguna renovación. Bazán Duran ha sostenido que “no he discutido, en ningún momento, a Cacho, pero si creo que hay algunos que poco han sumado en los últimos tiempos, hasta restaron, y no puede ser que por pretensiones desmedidas y sin representación legitima persistan en las listas. Cambiar, significa hacerlo para mejor, y no veo el cambio cuando se mantienen hombres y nombres que no han atraído y han sido parte del fracaso electoral de los últimos tiempos”.
Bazán Duran integra fórmula con Rodolfo Lescano y el listado de concejales y tribunos está conformado, en un alto porcentaje, con vecinos de procedencia radical. En realidad, encararán una verdadera cruzada, habrá que ver cuánto atrae el perfil de Bazán Duran y que apreciación electoral alcanzan las propuestas del sector.
Encuentro Vecinal La Falda terminó imponiendo como candidato a Carlos Mendieta, Presidente del Centro Vecinal Villa Santa Rosa. La agrupación nació haciendo eje en la figura del dirigente vecinal y fue ampliando su base de sustentación hasta llegar el momento de conformar la lista, allí un grupo de participantes llegados desde el progresismo pretendió hacerse de un alto porcentaje de los cargos, no consiguieron su objetivo y concluyeron en el listado del Partido Solidario. El cimbronazo se hizo sentir, pero no agotó el empuje del sector que presentó lista, con algunos inconvenientes posteriores, pero se mantuvo en carrera. Los principios vecinalistas son fuertes y atraen, lo que queda por saber es cuánto atraen, por actitudes y aptitudes, los integrantes del espacio. Será para ellos una experiencia enriquecedora, con ello se da un paso adelante en la participación independiente y en la generación de un núcleo que pareciera escapar al influjo de los partidos mayoritarios.
Como ya se ha expuesto, el Partido Solidario es uno de los últimos que aparece en escena y lo hace como producto de la ruptura que se produjo con Encuentro Vecinal La Falda. Es un encuadre que en su conformación tiene cuadros formados ideológicamente, que también tiene un par de luchadores sociales creadores de espacios para la contención de niños y adolescentes en torno a las falencias alimentarias y las artes, y porque están acostumbrados a lidiar desde abajo, la búsqueda se centrará en ampliar la base electoral del sector. Han sufrido algunas bajas tras la presentación de listas y habrá que ver si esto no afecta las intenciones de la agrupación.
Como puede observarse, todos, de alguna manera, han tenido que enfrentar situaciones complicadas, pero, sin dudas, el que más ha sufrido las consecuencias de esos devenires ha sido el partido de gobierno. Lo que ha hecho que el electorado mantenga una profunda incógnita en cuanto al por qué del enrarecido proceso que ha dejado a la luz pública el peronismo faldense, cuando por permanencia en el poder y los beneficios que ello provee, debería haber sido el que en forma prolija y clara debió presentar sus representantes y propuesta. Esa extraña convulsión en el peronismo oficial faldense le ha restado credibilidad y, en consecuencia, poder electoral. Queda por saber si en el escaso tiempo que resta de aquí a la elección logra recomponer su imagen como para obtener un cuarto periodo de gobierno consecutivo. Por su parte, sus competidores, al amparo de esa intricada trama, que hasta atrajo la atención de los imperturbables, han logrado superar las suyas y alcanzar, sino el ideal, el mejor estado para encarar la etapa final. Lapso en el que estará en juego la capacidad de acción y seducción y en donde el mensaje deberá ser absolutamente simple y claro, sin medias tintas, como crítica de la actual gestión de gobierno y proyección de lo que se pretende instrumentar a futuro y cómo hacerlo. El humor político electoral de los faldenses traslada intenciones de cambio, pero no ha de ser con más de lo mismo con que se lo convencerá, en la estimación acertada de lo que el vecino pretende y en la solidez cívica, ética y trayectoria del candidato estarán las claves de la victoria electoral.
N.H.
Unión por Córdoba, coalición política con base peronista, que detenta el gobierno municipal, desde hace doce años, inició el proceso preelectoral con hipótesis que fueron desde Juan Carlos “juancho” Viglioco como figura externa a seducir, a Miguel Maldonado como candidato natural. Este último trabajó en lo interno, en lo que hace a la base de sustentación electoral tradicional del peronismo faldense, y en las relaciones extrapartidarias que se dan por lógica relación desde la función que desempeña en la Secretaría de Coordinación General del municipio, logrando respaldos que le permitieron que, a más de conseguir fondos para una posible campaña, sin anunciar concretamente la candidatura, instalará, en forma sutil, la pretensión. El camino pareció expedito tras la negativa pública de Viglioco a aceptar la candidatura. Sin embargo, fue el momento donde recrudecieron, desde el entorno cercano a Maldonado -es decir de aquellos que han dependido del accionar político de éste y que, de una u otra manera, deben reconocer que necesitan de su habilidad y conducción para mantenerse dentro del esquema de poder- sobre todo cuando se tomó unos días de descanso, las criticas sobre la supuesta mala imagen que tendría en el electorado, llegando al extremo de opinar, sin sustentación de razón, ni lógica, que “La Falda no quiere intendentes negros”, en un claro mensaje discriminatorio. Este enrarecimiento, llevó a que nuevamente se hiciera necesario recurrir a las encuestas para determinar quién sería el candidato. Es aquí, habiendo ya hecho público Daniel Buonamico que el partido nunca le había ofrecido la candidatura oficialmente y que no quería ser candidato, cuando aparece la corriente que lo terminará instalando como tal, con el único respaldo real de los resultados de sondeos que supuestamente le favorecen. La decisión de la dirigencia político partidaria se inclina, en base a esos datos, los que evidentemente se creen a rajatabla, por la candidatura del Secretario de Turismo, Deportes y Cultura, quien es presentado ante un reducido auditorio de gestos y rostros adustos, con una exigua participación de familiares algo orgullosos y felices, los que cambiaron de expresión apenas iniciada la conferencia de prensa, a partir de allí todo torno a convertirse en total incertidumbre, algún peronista, con poco seguimiento de la trama, se preguntó “qué carajo pasa acá”, pero ya estaba hecho. Cabe apuntar que horas antes de esa presentación, la candidatura había sido resistida por algunos sectores internos que adelantan que no trabajarían para esa elección, parte de los mismos recibieron a Buonamico días después sin muestras de descontento, pero luego de haber sido aleccionados por Maldonado en cuanto a “esto se acabo, el candidato es Buonamico, el que se quiera quedar se queda, el que se quiere ir se va, pero no hay más discusión en torno a esto”. A esta altura de los acontecimientos faltaba integrar el segundo lugar en la fórmula, nadie, absolutamente nadie, esperaba que fuera Pedro Oscar Agost, pero los sortilegios de la vida partidaria y la necesidad de bajar una competencia electoral de mismo signo, con el objetivo de un posible mejor resultado electoral, así lo determinaron, y otra vez a tener que remarla para que las bases acepten la conformación definitiva del dúo. Donde no hubo discusión fue en la conformación de la lista de concejales y tampoco en el Tribunal de Cuentas, donde se le dio el primer lugar a Emilse Magali Olmos, con lo cual, de un plumazo, se canceló la elección interna para determinar autoridades partidarias, que era otro duro escollo a superar, no por la magnitud de la elección en sí, sino por el esfuerzo adicional que exigiría.
Como puede observarse no han sido pocas las contingencias por las que ha pasado el peronismo oficial faldense previo a encarar la campaña electoral, hay quienes analizan que “se ha hecho todo para perder”, pero habrá que recordarles que elecciones son elecciones y que el escrutinio es el que da el veredicto final. De todas maneras, el camino por recorrer será sinuoso y en el que tendrá mucho que ver la resistencia de la espalda de Maldonado, porque no es el que va al frente, pero es el que lleva la mochila.
La Unión Cívica Radical la tuvo más fácil, arrancaron prácticamente con un solo candidato y discurso de consenso, y lo hicieron realidad reduciendo los embates de los disconformes a fuerza de otorgar lugares en la lista y marginando a aquellos con los que no había posibilidad de acordar. Algunos se auto marginaron y guardaron sacrificado silencio en pos de la bandera y el triunfo, en esos casos será mejor que se triunfe o se haga una elección verdaderamente significativa, sino el revoleo de media va a marcar seriamente a los supuestos responsables. La elección del Vice Intendente tuvo su complejidad y fue laaaaargamente esperada, pero finalmente la candidatura de Alberto Mainero para acompañar a Eduardo “Cacho” Arduh no parece haber generado resistencia alguna, y si lo ha hecho se ha procurado que no tenga impacto público.
El tiempo preelectoral fue de cierta manera plácido, sino acordado al menos aceptado, y con los ojos puestos sobre todo en las miserias que mostraba su tradicional adversario, lo que hizo que las propias pasaran total y absolutamente desapercibidas. El único cuestionamiento serio que se dio, al menos para algunos radicales aliancistas, fue la imposibilidad- por las cuestiones que haya sido, hay quienes las centran en razones de estrategia provincial, otros las reducen a cuestiones predeterminadas en lo local o a personalismos- de mantener el acuerdo con el Partido Nuevo, en el marco del Frente Cívico.
Otra observación de los meticulosos es por qué Susana Ghilardi aparece en el quinto lugar de la lista de concejales, cuando se sabe que es la dirigente con mayor aceptación de los sectores independientes y de algunos internos, y una de las más temidas, a nivel electoral, por el partido de gobierno. Es evidente que para los radicales faldenses los sondeos de opinión son cosas de peronistas.
Tendrán que trabajar mucho para competir con el aparato oficial y obtener el favor electoral, y lo están haciendo, incluso bajo la lluvia.
El Frente Cívico, fue otro que tuvo que lidiar bastante con la situación interna del movimiento- no decimos partido, porque aún sigue siendo un conglomerado de expresiones políticas y voluntades que se reúnen tras las premisas de producir un cambio en la forma de hacer política basado en la honestidad y transparencia de sus dirigentes y que aún demostrando peso electoral en lo local y regional, a instancias de haber ganado las dos últimas elecciones, todavía carece de la conformación estructural partidaria en lo que hace a lo ideológico y afiliatorio- pero una vez que Claudio Stevenot, que aparecía conduciendo un sector interno, fue diluyendo, sin precisar causas, su sustento local y provincial, se mantuvo el perfil conductor de Jorge “Cuquin” Amelio Ortiz, quien recibió el pleno respaldo del Ing. Rubén Borello (Presidente en ejercicio del Partido Nuevo) y por ende del conductor del espacio Luis Juez. Un poco demorado, si se quiere, Ortiz se lanzó a procurar sustentar la confluencia con radicales y vecinalistas, con guiños hacia algún sector del peronismo, no lo logró, con los primeros por las cuestiones antes apuntadas y con los segundos porque estaban demasiado avanzados en su accionar y con las aspiraciones es su máximo nivel, de manera que se abocó a conformar un listado con vecinos de reconocida trayectoria profesional, comercial y de estima entre los faldenses, con los cuales encarará la difícil tarea de tratar de relegar al segundo orden al bipartidismo que ha gobernado la ciudad desde 1983.
El Frente Federal de Acción Solidaria tuvo altibajos en su accionar local, inició su periplo con dirigentes escindidos del peronismo oficialista, luego los perdió cuando el oficialismo comenzó a aplicar su tradicional mezcla de seducción y presión, y finalmente optó por la búsqueda de acuerdos en la afinidad. Así, llegó a conciliar posiciones con el Partido Es Posible, que en el orden local conduce Juan Carlos Ottobre, y finalmente consiguió el primer lugar en la fórmula para Juan Carlos Romanutti que la comparte con Ottobre. El perfil de ambos componentes aparece como atractivo para algunos sectores del electorado, seguramente, por cuestiones de simpatía y afinidad, atraerán votos castigo, rebeldes o disconformes del peronismo.
La sorpresa, sobre el cierre de la presentación de listas, la dio la Unión Vecinal Federal que cedió el sello partidario para permitir que una escisión de la Unión Cívica Radical encabezada por Eduardo Bazán Duran participe de la elección. La tardía decisión de este sector los llevó a trabajar urgido por los tiempos, no obstante lograron reunir un grupo de voluntades de diversa expresión, donde se amalgaman madurez y juventud. La expresión política concreta es de oposición a la manera en que el radicalismo local se cerró a escuchar sus pretensiones. Es evidente que planteaban una metodología diferente, con mayor integración y alguna renovación. Bazán Duran ha sostenido que “no he discutido, en ningún momento, a Cacho, pero si creo que hay algunos que poco han sumado en los últimos tiempos, hasta restaron, y no puede ser que por pretensiones desmedidas y sin representación legitima persistan en las listas. Cambiar, significa hacerlo para mejor, y no veo el cambio cuando se mantienen hombres y nombres que no han atraído y han sido parte del fracaso electoral de los últimos tiempos”.
Bazán Duran integra fórmula con Rodolfo Lescano y el listado de concejales y tribunos está conformado, en un alto porcentaje, con vecinos de procedencia radical. En realidad, encararán una verdadera cruzada, habrá que ver cuánto atrae el perfil de Bazán Duran y que apreciación electoral alcanzan las propuestas del sector.
Encuentro Vecinal La Falda terminó imponiendo como candidato a Carlos Mendieta, Presidente del Centro Vecinal Villa Santa Rosa. La agrupación nació haciendo eje en la figura del dirigente vecinal y fue ampliando su base de sustentación hasta llegar el momento de conformar la lista, allí un grupo de participantes llegados desde el progresismo pretendió hacerse de un alto porcentaje de los cargos, no consiguieron su objetivo y concluyeron en el listado del Partido Solidario. El cimbronazo se hizo sentir, pero no agotó el empuje del sector que presentó lista, con algunos inconvenientes posteriores, pero se mantuvo en carrera. Los principios vecinalistas son fuertes y atraen, lo que queda por saber es cuánto atraen, por actitudes y aptitudes, los integrantes del espacio. Será para ellos una experiencia enriquecedora, con ello se da un paso adelante en la participación independiente y en la generación de un núcleo que pareciera escapar al influjo de los partidos mayoritarios.
Como ya se ha expuesto, el Partido Solidario es uno de los últimos que aparece en escena y lo hace como producto de la ruptura que se produjo con Encuentro Vecinal La Falda. Es un encuadre que en su conformación tiene cuadros formados ideológicamente, que también tiene un par de luchadores sociales creadores de espacios para la contención de niños y adolescentes en torno a las falencias alimentarias y las artes, y porque están acostumbrados a lidiar desde abajo, la búsqueda se centrará en ampliar la base electoral del sector. Han sufrido algunas bajas tras la presentación de listas y habrá que ver si esto no afecta las intenciones de la agrupación.
Como puede observarse, todos, de alguna manera, han tenido que enfrentar situaciones complicadas, pero, sin dudas, el que más ha sufrido las consecuencias de esos devenires ha sido el partido de gobierno. Lo que ha hecho que el electorado mantenga una profunda incógnita en cuanto al por qué del enrarecido proceso que ha dejado a la luz pública el peronismo faldense, cuando por permanencia en el poder y los beneficios que ello provee, debería haber sido el que en forma prolija y clara debió presentar sus representantes y propuesta. Esa extraña convulsión en el peronismo oficial faldense le ha restado credibilidad y, en consecuencia, poder electoral. Queda por saber si en el escaso tiempo que resta de aquí a la elección logra recomponer su imagen como para obtener un cuarto periodo de gobierno consecutivo. Por su parte, sus competidores, al amparo de esa intricada trama, que hasta atrajo la atención de los imperturbables, han logrado superar las suyas y alcanzar, sino el ideal, el mejor estado para encarar la etapa final. Lapso en el que estará en juego la capacidad de acción y seducción y en donde el mensaje deberá ser absolutamente simple y claro, sin medias tintas, como crítica de la actual gestión de gobierno y proyección de lo que se pretende instrumentar a futuro y cómo hacerlo. El humor político electoral de los faldenses traslada intenciones de cambio, pero no ha de ser con más de lo mismo con que se lo convencerá, en la estimación acertada de lo que el vecino pretende y en la solidez cívica, ética y trayectoria del candidato estarán las claves de la victoria electoral.
N.H.
entrada de Nicolas Heredia | 21:10
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